Te invito a leer el artículo que escribí el año 2009 sobre Reiki en Emol: http://www.emol.com/noticias/Tendencias/2009/09/22/730055/sanando-el-cuerpo-y-el-alma.html o si prefieres léelo directamente aquí a continuación:
Reiki, Sanando el Cuerpo y el Alma (Artículo publicado en Emol, año 2009)
Desde resfríos, gastritis, depresiones, estrés, ansiedad y sobrepeso hasta enfermedades como Esclerosis Múltiple, Lupus, Sida y Cáncer… Se dice que ya no hay ninguna dolencia que no tenga tratamiento desde la mirada de las llamadas Terapias Complementarias, un conjunto de soluciones alternativas a la medicina tradicional que ha tenido un boom en los últimos años frente a un mundo cada vez más estresado, deprimido y lleno de enfermedades.
Una de las primeras Terapias en posicionarse liderando este boom fue el REIKI, un sistema de sanación natural a través de energías al que han recurrido desde algunos famosos de la TV hasta los Departamentos de RRHH de importantes multinacionales para mejorar la calidad de vida y productividad de sus trabajadores, sin dejar de mencionar las salas de distintos hospitales y clínicas, donde podemos encontrar exitosos casos de sanación de enfermedades y alivio de síntomas.
El Reiki se utiliza como tratamiento complementario en Unidades Oncológicas para reducir molestias causadas por el cáncer y los efectos secundarios de su tratamiento. En Unidades Geriátricas se usa para calmar los dolores causados por artritis y reumatismos, además de estabilizar el estado anímico y físico de los pacientes. Por otro lado, las pruebas médicas indican que las personas con Sida experimentan una mejoría de sus funciones inmunológicas (un incremento en los T-linfocitos, por ejemplo) después de unas pocas sesiones de tratamiento.
Se trata de una terapia no invasiva y compatible con la vida cotidiana, que se puede usar en cualquier situación, ya que la energía se adapta a las necesidades del receptor. El Reiki postula que sanando el Espíritu y equilibrando nuestras emociones, podremos sanar nuestro cuerpo. Es por eso que en el largo plazo –y una vez que la persona ha aprendido la lección que le trae este forzoso camino de aprendizaje- sana la raíz de la enfermedad y previene la aparición de otras dolencias.
Es una técnica sumamente eficaz para tratar el dolor, tanto crónico como puntual, ya que actúa equilibrando y desbloqueando nuestro sistema energético, de modo que nuestra energía fluye con más facilidad hacia la zona afectada, ayudando al cuerpo a auto-sanarse de enfermedades, heridas e infecciones; a superar estados de estrés y alteraciones del ánimo, aumentar la energía vital, liberar emociones, relajar tensiones, mejorar la memoria, etc.
El Reiki funciona mediante la imposición directa o indirecta de las manos para canalizar energía desde el Universo hacia el paciente a través de sus chakras o centros energéticos, permitiendo armonizar y equilibrar su cuerpo físico, emocional, mental y espiritual. Todo esto se complementa con técnicas para limpiar el aura de la persona, su casa y lugar de trabajo, etc. Además se puede aplicar en animales y plantas o enviar a distancia o como apoyo en situaciones estresantes (como un Examen de Grado o una entrevista de trabajo).
Si bien existe una serie de Sistemas de Reiki creados tanto en occidente como en oriente a partir del Sistema original (Usui, Gendai Reiki Ho, Tibetano, Tera Mai, Karuna, etc.) el fin último de todos ellos se remite al mismo objetivo que plasmó su descubridor, el japonés Mikao Usui.
Durante la sesión de Reiki el paciente puede percibir una sensación de calor suave, agradable y reconfortante, junto con un alivio gradual de sus dolores y un estado de profunda relajación. Después de varias sesiones, la persona suele notar que el alivio es cada vez más prolongado y a menudo cambia los hábitos que ocasionan la baja de sus defensas. Esto va de la mano con que la persona logra hacerse protagonista de su sanación, dejando de ser “paciente” sino más bien “activo” en este proceso.
El Reiki funciona incluso si la persona no cree en él, ya que actúa en un plano sutil e independiente de sus opiniones y creencias. Además no necesita instrumentos, no tiene contraindicaciones ni presenta ningún conflicto con fármacos u otros tratamientos, sino más bien tiende a reducir los efectos secundarios que ellos pudieran estar provocando.
Además de recibir un tratamiento, cualquier persona puede iniciarse como Reikista, no necesariamente para trabajar como terapeuta sino para aplicarse esta energía a sí misma y a sus seres queridos, ya que constituye una herramienta de crecimiento personal que permite el desarrollo de las habilidades intuitivas y aumenta día a día el potencial de sanación de quien lo aplica. No es de extrañar que cada día más padres estén iniciándose en esta práctica para ayudar a dormir y calmar los dolores de sus pequeños hijos.
Por tanto, si una persona decide sanar y se compromete consigo misma en este camino de crecimiento y toma de conciencia, el Reiki será sin duda alguna una herramienta clave para su mejoría. Y no importa qué tipo de Reiki se aplique, sino que lo haga con la verdadera intención de sanarse y de descubrir que más allá de la dolencia física, hay un espíritu que está pidiendo ayuda a gritos, y que es momento de escucharlo.
p. Andrea Burón Correa
Directora Árawa, Centro de Terapias Integrales. Maestra de Reiki
• Existen múltiples escuelas de Reiki: Reiki Usui, Reiki Tibetano, Gendai Reiki Ho, Karuna Reiki, Tera Mail, etc.
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Proveniente de Japón, el Reiki es un sistema que –mediante la imposición directa o indirecta de las manos- permite canalizar energía desde el Universo hacia el paciente a través de sus chakras o centros energéticos, permitiendo armonizar y equilibrar su cuerpo físico, emocional, mental y espiritual.
Las Terapias Alternativas trabajan desde la teoría de que toda enfermedad física se origina en primera instancia en la mente o en las emociones, y que la persona debe tener el real deseo de sanarse, convirtiéndose en el principal protagonista de su proceso de sanación y dejando de ser “paciente” sino más bien “activo” en este proceso.
El Reiki postula que sanando el Espíritu y el pasado emocional, podremos sanar nuestro cuerpo y encaminarnos hacia el desarrollo espiritual, hacia el estado de Satori o Iluminación, y vivir la búsqueda de un estado de calma y armonía perfecta, pase lo que pase a nuestro alrededor.
Desde el punto de vista de las Terapias Alternativas, la enfermedad es un camino, un gran Maestro que siempre viene a enseñarnos algo, una experiencia en nuestra vida a través de la cual tenemos la oportunidad de aprender. Cuando nos hacemos protagonistas de nuestro propio proceso de sanación y nos hacemos cargo de las acciones que puedan tener directa injerencia en el malestar que sentimos, en ese preciso instante, es que podemos acceder a la sanación y mejoría de nuestra enfermedad.
Y es en este punto precisamente donde el Reiki tiene la posibilidad de acercar al paciente a una toma de conciencia y armonización completa, incluso si la persona no cree en él y sin importar sus características religiosas, ya que actúa independientemente de sus opiniones y creencias. Además, el Reiki no necesita instrumentos, no tiene contraindicaciones ni tampoco tiene ningún conflicto con fármacos u otros tratamientos, sino más bien tiende a reducir los efectos secundarios que ellos pudieran estar provocando.
Aquellos terapeutas que tienen un nivel más avanzado de Reiki además pueden enviarlo a distancia y con símbolos especiales que permiten dirigir la intención según la necesidad de la persona que lo ha solicitado, pudiendo además utilizar estos símbolos para enviar esta energía de sanación a algún trauma pasado que haya dejado un bloqueo energético y que actualmente pudiera estar provocando una enfermedad.
Lo interesante es que el terapeuta es sólo un canal, y el hecho de haber sido iniciado en Reiki le permite ser un puente entre la energía universal y el paciente, descartándose toda posibilidad de traspaso de energías negativas o cansancio que pudiera tener el terapeuta al momento de realizar la sesión de Reiki.
Quienes trabajan con Reiki además practican diariamente los 5 principios fundamentales que fueron entregados por su descubridor, el japonés Mikao Usui, lo que les permite acceder a un crecimiento espiritual permanente y que con la práctica va incrementando el flujo de energía que pueden canalizar, permitiéndole acceder a nuevas herramientas y a un alto desarrollo de la intuición o clarividencia, lo que además es potenciado por la utilización de una serie de técnicas para limpiar aura, ambientes, armonizar chakras, etc.
Cabe señalar que existen una serie de Sistemas de Reiki creados tanto en occidente como en oriente a partir del Sistema original (Usui, Gendai Reiki Ho, Tibetano, Tera Mai, Karuna, etc.) pero cuyo fin último se remite -por cierto- al mismo objetivo que plasmó su creador y que se resumen en estos grandes cinco principios:
- Sólo por hoy no te Preocupes
- Sólo por hoy no te Enfades
- Honra a tus Padres, Maestros y Mayores
- Gana tu Sustento Honradamente
- Muestra Gratitud por todo lo que te Rodea
Por tanto, no importa qué tipo de Reiki se aplique una persona, sino que lo haga con la verdadera intención de sanarse y de descubrir que más allá de la dolencia física, hay un espíritu que está pidiendo ayuda a gritos, y que es momento de escucharlo.